“Todo cambia, ¿Y la prueba cuándo?”

Chile es un país marcado por la desigualdad en todo ámbito, a diario vemos las grandes brechas que dividen nuestra sociedad y la educación es un gran ejemplo de ello. Actualmente la única herramienta que tenemos para acceder a una mejor calidad de vida  es a través de la educación, y para ello debemos enfrentarnos a un mecanismo de ingreso que sólo amplia aún más las divisiones sociales.

Las pruebas estandarizadas como la Prueba de Selección Universitaria (PSU) vigente desde el año 2003 no es un mecanismo igualitario, ya que discrimina y disminuye las posibilidades de ingreso a los estudiantes con una base educacional bajo el estándar nacional. El Estado debe asegurar el bien común a todas las personas y bajo estos términos no se está cumpliendo su deber principal. A pesar de que esta masa de la población aún no entra en la categoría de ciudadanos, somos chilenos y queremos proponer un método nuevo que garantice la igualdad en la sociedad, por lo menos en este ámbito. Buscamos cambiar para mejorar.

Es bien sabido que los mayores ingresos a la universidad son de colegios privados, y para acceder a una educación privada se necesita poder monetario que no todos los jóvenes tienen. Este mecanismo de selección universitaria mantiene la inequidad social en nuestro país. A pesar de que se toma en cuenta las Notas de Enseñanza Media (NEM) se mide el progreso del alumno en un momento determinado, por lo demás las notas varían de acuerdo al establecimiento ya que el grado de exigencia no es el mismo para todos. Todas las personas deben tener las mismas oportunidades, ya que ninguno eligió en que clase social nacer, pero si podemos elegir cambiar. 

Por esto proponemos un nuevo método de ingreso a la educación superior que apunte a lograr un Chile más equitativo. Esta propuesta considera diferentes mecanismos, manteniendo parte del sistema actual, es decir reformular los puntajes asignados por las instituciones universitarias. De esta manera queremos entregar mayor porcentaje al puntaje de ingreso a la carrera seleccionada por el estudiante, siendo beneficiado de esto el 15% superior de cada establecimiento.

Este 15% del estudiantado de cada institución secundaria subvencionado y/o municipal, será bonificado con un aumento del 5% en su puntaje total. Con esto se logra aminorar la brecha de desigualdad entre colegios privados, particulares subvencionados y municipalizados. Y se dan más opciones para que ingresen jóvenes de los quintiles más bajos a la educación superior de nuestro país. Es por esto que afirmamos que esta propuesta apunta directamente a solucionar uno de los grandes desafíos del Chile actual.